Que pena olvidar que hemos sido felices.
Cuando el momento es dulce, queremos apresarlo,
pero se fuga siempre, y después queda a la vista,
como las muchachas púberes del paseo del verano,
como los lugares de ensueño
que no hemos de gozar, que alguien nos ha vedado.
Mientras asi sea, podremos soportarlo. Ese instante feliz,
sigue flotando cerca. Quizá es el quien recuerda
haber estado con nosotros.
Pero, ¿si llega el olvido, tan deseado a veces,
se llevará también esos momentos?. Recuerdo, eres hijo nuestro,
y preferimos morir antes que perderte!.
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